“El infarto era en hombres por encima de 40 años y en mujeres sobre 55 años, pero ahora no”

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SANTO DOMINGO. Ser joven no exime de morir de un infarto. Así lo confirma la muerte por esta causa de personas no mayores de 35 años. Cardiólogos lo atribuyen a factores hereditarios, el tabaquismo, combinaciones explosivas de consumo de estimulantes y sustancias como las contenidas en la hookah, al estrés y al sedentarismo por la inactividad física producto del uso de aparatos tecnológicos.

“Aquel que tiene en su familia un antecedente de muerte súbita antes de los 50 años tiene una especie de espada de Damocles porque son situaciones que se van a repetir en las generaciones siguientes”, afirmó el doctor Pedro Vidal Corniel, jefe del Área Pre y Post Quirúrgica del Instituto Dominicano de Cardiología, al referirse a factores de riesgos no controlables.

Pero hay factores controlables que, sin embargo, su hábito es un canal para una enfermedad cardiovascular. Citó, a modo de ejemplo, “el problema de la hookah”. “Jóvenes de 21, de 22 años, han muerto súbitamente en el contexto de la utilización de esto que se ha convertido en una costumbre”.

En el segmento Diálogo Libre de este periódico, Ernesto Díaz Álvarez, director médico del Instituto Dominicano de Cardiología, planteó un escenario para sustentar lo que decía Vidal. Primero que el jueves un joven consuma cigarrillos, bebidas energizantes y alcohol. Para emborracharse con la combinación de estas dos últimas hay que tomar más por el efecto neutralizante del producto energizante.

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